b3404be4ce8e34f9427382fa15263dea_M«Yo le pido a mi Dios que me lleve, no quiero seguir sufriendo en este mundo. Duermo en la calle como un perro, hay días que solo dos tortillitas con frijoles son mi alimento, estoy enfermo y mis hijos me abandonaron por completo», dijo entre lagrimas Don José Leoncio Maldonado (88) quién desde hace ocho años ha tomado  las calles del centro de la ciudad de El Progreso, como su hogar.

El  abandono, la pobreza y  soledad son parte de los principales problemas que aquejan a los cerca de 600,000 adultos mayores que residen en Honduras, según se desprende de un reciente  informe divulgado por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH).

La falta de respeto y sensibilidad hacia los poseedores de experiencias y conocimientos provoca que cada día aumenten no tanto las arrugas de su rostro, sino el abandono del Estado y de sus mismas familias. El caso de Don Leoncio, padre de 8 hijos, es la muestra de lo que pasa con cientos de nuestros adultos mayores quienes son abandonados y son obligados a vivir sus últimos días en las calles.

Los meses pasan y Don Leoncio duerme en las aceras, se arropa con cartones y  por el día cuando tiene un poco de fuerzas vende naranjas, aunque la ganancia no le ajusta para comprar el alimento diario por lo que se ve obligado a pedir a las personas dinero. Lleva puesta la misma ropa, pero sus zapatos ya están rotos de tanto caminar sin saber a dónde ir.

Mientras una nube de zancudos  cubre  al viejecito, de rostro pálido y desmejorado, las as lágrimas continuaban recorriendo las mejías de José Leoncio Maldonado, al relatar por la  situación que está atravesando. «Mientras tuve fuerzas le di a mis hijos lo que ellos necesitaban pero ahora ellos me han abandonado. Mi vida no tiene sentido… sufro mucho… por eso yo le pido a Dios todas las noches que me lleve y que el nuevo amanecer este bajo tierra descansando en paz».

La Ley General del Adulto Mayor establece fuertes sanciones para aquellos parientes que abandonen a sus ancianos y evadan la responsabilidad que tienen de brindarles techo, salud y comida, sin embargo como todas la Leyes  hondureñas quedan en papel y desde el Estado no existen políticas públicas para la protección de la vida de estos ciudadanos.

«El envejecimiento no debe ser tomado en cuenta como la declinación progresiva de la vida; más bien debe llegar fortalecida de afecto, comprensión, seguridad económica y social, alimentación adecuada, buena salud, entre otros. Sin embargo para lograrlo;  la familia y la sociedad tienen gran responsabilidad, lastimosamente desde el gobierno no existen políticas públicas para que los ancianos y las ancianas vivan con dignidad», indicó la psicóloga Arlet Asturias.

Honduras el peor país para envejecer

Debido a la limitada cobertura del sistema de previsión social en Honduras, es mínima la cantidad de la población adulta mayor que percibe una jubilación o pensión, lo que coloca al país como el peor de América Latina para envejecer, indicó el investigador de la maestría en Demografía y Desarrollo, Elvis Geovany Trejo.

La Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) indica que en 2012 la población adulta mayor en Honduras representaba el 9.5%, es decir que unas 694,285 personas tenían más de 60 años. Para los investigadores de la maestría en Demografía y Desarrollo de la UNAH, estiman que esta cifra aumentará cada año, lo cual genera la interrogante sobre ¿Qué acciones está tomando la sociedad y el Estado ante dicha situación?

Según el informe de Índice Global de Envejecimiento 2013, el país con mejores condiciones de vida para la población adulta mayor en el ámbito mundial es Suecia y en el caso  de América Latina la nación con mejores condiciones para la población envejecida es Chile, mientras que Honduras se ubica en la última posición.

El documento también indica que los ámbitos que presentan mayor impacto en la población longeva de la nación son la limitada seguridad de ingresos, los pocos entornos adecuados, el estado de salud, el empleo y la educación.

 

Fuente: http://radioprogresohn.net/