Editorial: La Dignidad en Juego, una Realidad de los Trabajadores en Honduras

En Honduras, el trabajo no siempre dignifica. Para miles de obreros, jornaleros, empleadas domésticas y trabajadores informales, el empleo es sinónimo de explotación, inseguridad y silencio forzado. Algunas Federaciones como FESTAGRO están luchando porque la promesa de un trabajo justo y digno no se desvanezca y sino que sea una realidad para miles de trabajadores marcada por salarios insuficientes, condiciones laborales precarias y una sistemática violación de derechos fundamentales impuesto por las empresas contratantes.

 El salario mínimo: una cifra que no alcanza

Aunque el salario mínimo ha sido ajustado en los últimos años, sigue sin cubrir el costo real de la canasta básica. Según datos recientes, una familia promedio necesita más del doble del salario mínimo para sobrevivir. Esta brecha entre ingresos y genera un ciclo de pobreza que empuja a los trabajadores a aceptar por necesidad condiciones indignas en las empresas y otras ocasiones tienen que emigrar a otros países.

 Violencia antisindical y represión

La organización sindical, lejos de ser protegida, es perseguida. Los líderes sindicales enfrentan despidos arbitrarios, amenazas y campañas de desprestigio. En sectores como el agroindustrial, especialmente en la producción de melón y palma africana, se documentan casos de intimidación, vigilancia y violencia contra quienes se atreven a exigir sus derechos. La ratificación de convenios internacionales como el 190 de la OIT, que garantice espacios de trabajo libres de violencia y el acoso en el mundo del trabajo, esto sigue siendo una deuda pendiente del Estado hondureño.

 Las trabajadoras del hogar: invisibles y vulnerables

Las trabajadoras y trabajadores del hogar, en su mayoría mujeres, viven una doble discriminación: por género y por clase. Sin contratos formales, sin acceso a seguridad social y expuestas a jornadas extenuantes, su trabajo sigue siendo subvalorado. No óbstate desde uno de los Sindicatos afiliados a FESTAGRO, el SINTRAHO está luchando por La ratificación del Convenio 189 de la OIT, que se garantiza sus derechos laborales, sería un paso crucial hacia la justicia, pero aún no se ha concretado.

 Salud y seguridad: una crisis silenciosa

Los accidentes laborales, intoxicaciones por químicos, y la falta de protocolos de seguridad son parte del día a día en muchas industrias, mas en la zona sur de Honduras donde las meloneras son las mayores explotadoras en capital humano, personas que no reciben ningún derecho y que trabajan por contratos temporales y sin protección alguna, ni Seguro Social, aquí en esta zona el Sindicato STAS Afiliado a FESTAGRO esta luchando por estas violaciones indignantes que los empleados vienen recibiendo durante muchos años y que los empleados no tienen valor a denunciar por miedo a represalias en contra de ellos,  las empresas privadas han fallado en garantizar ambientes seguros, mientras los trabajadores pagan con su salud y a veces con su vida el precio de la negligencia.

 Hacia una transformación estructural

La realidad de los trabajadores hondureños exige más que reformas superficiales. Se necesita una transformación profunda que incluya:

  • La ratificación y aplicación efectiva de los Convenios 189 y 190 de la OIT.

  • Un salario mínimo que cubra el costo real de vida.

  • Protección efectiva contra la violencia antisindical.

  • Fortalecimiento de la inspección laboral y del sistema judicial.

  • Reconocimiento pleno de los derechos de los trabajadores informales y del hogar.

La dignidad laboral no puede seguir siendo una promesa vacía. Es hora de que los empleadores escuchen a sus trabajadores, no como engranajes de una economía desigual, sino como protagonistas de un país más justo, y que cumplan con los derechos en el marco de la Legislación Nacional de Honduras y los convenios Internacionales.

 

 

 

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